martes, 16 de febrero de 2021

LA CULTU DEL COVID

Han pasado años desde la última entrada en este blog. Por el camino, subimos a Segunda de la mano de Rubén de la Barrera jugando al fútbol de maravilla. La temporada siguiente, ya casi entre los grandes, volvimos a bajar a Segunda B, en el último partido, luchando hasta el último minuto y jugando como nunca pero perdiendo como siempre. En realidad, habíamos descendido muchas jornadas antes aunque el equipo jugaba al fútbol de maravilla. Los árbitros nos machacaron pero el equipo dejó escapar muchos puntos de forma pueril en partidos que tenía ganados. Palatsí, el portero titular, era un drama bajo los palos. Iza Carcelén, tan pronto era Berti Vogts como arrancaba tocando desde el lateral derecho con suicidas pases horizontales a los pies del mejor delantero rival. Pero ni Emi Buendía ni Rodri eran Alex Gallar ni Josep Señé, todo estilo, llegó a filtrar pases como lo hacía Toni Villa. En realidad, la mitad del descenso se fraguó al iniciar la temporada sin Gallar, sin Villa, sin Julen Colinas y sin Benja: el cuarteto de la muerte que nos había liberado del infierno tras 43 años.

Tras De la Barrera y liquidado de forma rápida el visionario e inane proyecto de Víctor Cea, llegó Jose Luis Aira. Un tipo honrado, tal vez el entrenador ideal para ascensos de Segunda B por la vía habitual. Todo eficacia pero falta de brillantez. Tuvo una primera temporada de transición en la que perdimos hasta la promoción de ascenso por un pelo. Y una segunda temporada con mejor rendimiento, segundos tras el Logroñés. Eliminamos al Atlético de Madrid en Copa del Rey y a punto estuvimos de hacer lo mismo con el Valencia de Celades. Pero fallamos en la tanda de penaltis. La fase de ascenso se jugó en Málaga, ya en plena pandemia. Pasamos la primera ronda ante el Yeclano con suficiencia. La segunda fase era contra el Sabadell y significaba el ascenso. La Cultu fue superior en todo. Juan Carlos Menudo marcó un gol que nos devolvía a Segunda. Pero en el último minuto una chorrada defensiva y la flojera de Leandro en la portería nos condenó a la prórroga y a los penaltis. Y otra vez fallamos. Antonio Martínez, un tipo pundonoroso y honrado pero muy mermado por las lesiones, falló el penalti decisivo. Con él se fue el sueño del retorno rápido. Y se cerró lo que quedaba de la época de Rubén de la Barrera. Con Antonio se fueron Viti e Iván González, los últimos rockeros del equipo del ascenso.

En septiembre de 2020, arranca otra temporada más. Y otra vez con sueños visionarios: esta vez el elegido se llamaba David Cabello (calvo y muy parecido a un Javier Cabello que 5 años antes había querido descubrir en León la alquimia del fútbol) y venía de haber hecho algo grande en el Poli Ejido. Por mucho que el hombre jurase y perjurase que no era el "otro Cabello" a todos nos lo parecía. Con él vinieron unas cuantas medianías para hacer un equipo que no jugaba a nada y que era un pelele en manos de cualquiera. Como no se intuía solución al tema y la necesidad del ascenso apremia por motivos varios, un buen día, antes de Navidades, Cabello fue defenestrado por sorpresa (un poco como el "otro Cabello") y en su lugar llegó Iñigo Idiákez, ex jugador de la Real que por lo visto llevaba años en Inglaterra de segundo entrenador, copiando sistemas y aprendiendo del fútbol inglés, lo cual tiene su mérito....

La llegada de Idiákez y el hecho de que la estrella actual, el genial Dioni Villalba, no saliese en el mercado de invierno han revitalizado a un equipo que está por hacer. Hay buenos mimbres pero hay que coser el cesto, que es lo más difícil. Pero resulta agradable ver jugar a este equipo. Solo falta que Zubiaurre ejerza de portero y que los delanteros que no son Dioni acierten con la portería rival. Tres empates seguidos en casa y una victoria fuera son los últimos resultados. Hasta ahora. Eso sí, siempre mereciendo más y no obteniendo justa recompensa. Como si eso no le pasara a cualquiera que se queda en el pozo de la Segunda o desciende a Tercera. El gran éxito de De la Barrera fue su planteamiento estructural: salir a ganar y dejarse de quejas. Apenas hubo lamentos en las temporadas con De la Barrera aunque de poco sirviera. Pero nada bueno sale de la queja. Solo descrédito para el que la utiliza de argumento.

La Cultu del Covid no pinta nada mal. Pero hace falta tiempo y calma. Hay un buen equipo. No romperemos moldes ni arrasaremos como con Rubibarrera. Pero hay afición y ganas para volver a la carga. 



En la foto de Mauricio Peña para La Nueva Crónica de León, Dioni Villaba se va dos pucelanos para marcar el gol del empate el pasado domingo en el Reino.



lunes, 28 de noviembre de 2016

EL FIN DEL SUSPENSE

La mayoría de partidos de fútbol son bastante aburridos y mantienen el interés por la emoción del resultado, por saber quién gana, mas que por el partido en sí. Hay partidos donde los dos equipos se juegan tanto que el espectador está, como diría Hitchcock, sentado sobre una bomba de relojería y disfruta del encuentro pese a que no se juegue a nada.
Pues desde hace un par de meses cuando juega la Cultural y Deportiva Leonesa el suspense por saber quién va a ganar ha desaparecido y uno va al estadio por ver a nuestro equipo jugar al fútbol como nunca se ha visto antes en León. Casi nada.
Da lo mismo que el rival se adelante, como el día de Ferrol, o que la muchachada palentina o la céltica o la pontevedresa se entusiasme. O que pase como ayer, que el Burgos despliegue una tupida tela de araña en el centro del campo. Da igual. Los partidos de la Cultu ya se reducen a esperar el momento en el que los blancos marcarán una, dos, tres veces...las que hagan falta. Hace un par de meses que en el Grupo I de la Segunda B un equipo manda con una firmeza inusitada haciendo un fútbol de gala.
Ayer, en la primera tarde fría del año, casi doblamos el número de espectadores de la pasada temporada. Es un placer ver como al Reino le van creciendo aficionados por las gradas. Ayer se jugaba contra un "grande". El Burgos llegó muy acompañado y con buenos resultados desde que lo cogió Mandiola pero no le sirvió de nada: tiraron a puerta en dos ocasiones. Cierto que durante 40 minutos nos cerraron las bandas y que a Mario Ortíz, nuestro intercambiador, lo marcaban entre cuatro y que tras Gallar iba media plantilla burgalesa cada vez que la tocaba. Pero ¡qué mas da! En el minuto 42  Julen Colinas puso un centro medido al punto de penalti donde la calidad del holandés Gianni Zuiverloon tocó el balón con la puntera, suavemente, para alojarlo en las mallas y dejar a Lechuga haciendo la estatua. Tras el descanso el Burgos no reaccionó. Toni les volvía loco por la banda izquierda, por la derecha o por la que fuera.







Y al poco, Alex Gallar, que llevaba toda la tarde tirando paredes, se coló en una porfía entre el defensa y el portero y con exquisita delicadeza marcó otra vez más en esta temporada. El extremo catalán está que se sale. Aún hubo tiempo para que Julen Colinas destrozase el larguero de un zapatazo y Viti pudiese lograr otra diana. Los espectadores se deleitaron con el fútbol de una plantilla enérgica, batalladora y muy compensada donde todos defienden y todos atacan. Cuando ya era de noche el público cantaba: ¡Que pase el siguiente! Será en Villaviciosa la próxima parada. Y esto no será como el año pasado, señor Rozada.

viernes, 25 de noviembre de 2016

MÚSCULO SOCIAL

Pues sí. Ya soy socio de la Cultural. El domingo estrenaré mi asiento de socio. Al fin me han tramitado el carnet y al fin he podido venir a recogerlo.  Porque ¿cómo excusarse y no ver a un equipo que tiene los números que tiene la Cultural desde que arrancó la temporada?
El equipo de De la Barrera hace un fútbol muy agradable de ver, una mezcla de "fútbol total" holandés con destellos del fútbol directo, futurista, del mejor Mourinho donde Iván González hace un pase en corto sobre Alex Gallar que se lleva corriendo tras él a 2 ó 3 defensas y que cuando le van a dar alcance mete un pase entre líneas para que Benja, Toni o Colinas empalmen desde fuera del área. En todo este negociado nuestros jugadores habrán tardado de 6 a 8 segundos. Lo dicho, un lujo de equipo.
Falta lograr que la masa social se anime y se incorpore cuanto antes a dar apoyo a este equipo que huele a grande. Los ascensos se logran con buenos equipos pero siempre sostenidos por el músculo que suministra el apoyo popular. Si éste falla, nada haremos aunque los chicos del Reino jueguen como primadonnas. 
El domingo, contra el Burgos.








martes, 24 de septiembre de 2013

Bajaron de la montaña...

...Con hambre de triunfo. Como 35 años antes lo había hecho en un partido de Copa del Rey aquel equipazo del Rácing donde jugaba Damas, el exquisito portero portugués y le defendían Geñupi, Preciado, Sañudo, Marcos Alonso, Piru y cia. Pero este domingo de setiembre salieron al laboreo dos equipos venidos a menos, dos vechias signoras que bastante hacen con aguantar el baile sin romperse la cadera, la una contra la otra, en la esquina del ring, esperando que el árbitro les diga: Andad, para casa...Hace 35 años les ganamos en la ida 1-0, con gol de Montes o de Celso, que no recuerdo. En aquella fría noche leonesa, la espera en los tristes vestuarios del Amilivia me dejó de recuerdo un autógrafo de Nando Yosu y otro de Orlando Giménez, un goleador paraguayo grande.


Cultural Leonesa 0- Rácing de Santander 0




lunes, 16 de septiembre de 2013

Por el camino de Mieres...

La tarde era espléndida de luz y temperatura. La Cultu se mostró como el equipo serio que sueña Cembranos, aún enfadado por la batucada de Zamora. Los mierenses tienen muy poco que ver con el equipo que el año pasado mereció subir a Segunda. Y qué mejor subtítulo para el culturalismo que el gol lo marque Góngora.


CyDL 1- Caudal Mieres 0

  

sábado, 14 de septiembre de 2013

Somos legión

Las legiones romanas las formaban 4200 soldados. La Cultu quiere ser legión, León. Hay que llegar a ese número de abonados para poder mirar hacia arriba. Un bonito spot. 


martes, 10 de septiembre de 2013

La derrota de Zamora

Malos principios. Una defensa nada conjuntada. Un portero desajustado y un central demasiado lento y doscero en el minuto cuatro. El Zamora juega muy bien. Recuerda a los equipos de Víctor Fernández. Toco y me voy, que eso es el fútbol. Da gusto ver correr a los de Aguirre. Así y todo la Cultu pudo meter tres o cuatro. Pero al final nos masacraron y eso que jugaron con 10 casi media hora. Lo mejor, lo tranquilo que está Cembranos.